Si su prioridad es la salud y el bienestar de su familia, el agua que usted consume debe tener al menos las siguientes cualidades:

  1. Libre de contaminantes. A veces, el agua del grifo está llena de toxinas insalubres que incluyen sustancias químicas sintéticas, metales pesados, bacterias y virus, sustancias radiactivas, así como otros aditivos de tratamiento como el cloro y el flúor.
  2. Rica en minerales. Los minerales naturales que se encuentran en el agua de origen no se eliminan mediante procesos de purificación como el de ósmosis inversa o la destilación.
  3. pH alcalino. El agua potable debe tener un pH alcalino entre 7.2 y 9.5.
  4. Micro-racimos. El agua que se electroliza o reduce tendrá grupos más pequeños de moléculas de agua. Este tamaño más pequeño significa que el agua se puede absorber más fácilmente en las células, lo que proporciona una hidratación superior para el cuerpo y ayuda a disolver y eliminar los desechos sólidos ácidos y las toxinas que se han acumulado en el cuerpo.
  5. Los antioxidantes son necesarios para el correcto funcionamiento del sistema inmune. Esto se debe en parte a que las células inmunes producen radicales libres para las funciones de defensa normales. Si el nivel de radicales libres en las células inmunológicas supera el nivel normal, afectan negativamente el sistema inmune.
  6. Buen gusto. Si su agua potable no sabe bien, simplemente usted no querrá beber suficiente agua para mantenerse hidratado.